miércoles, 29 de junio de 2011

¡Vuelve Peter..! ¡Vuelve!

Hola Ler,


Antes que nada de debo reconocer que sí, me hace una ilusión tremenda ver a "amigas" de la infancia con el cuerpo desmontado. Pero chico, yo creo que eso es inevitable. ¿Acaso a vosotros no os pasa lo mismo? ¿no os sentís geniales de la muerte cuando el bendito facebook os junta en esas cenas in memoriam de Aquellos maravillosos años y veis con alegría como los cuarenta os han caido mejor a unos que a otros?


Por que nosotras, puede que vayamos un poco por el critiqueo, para superar el ligero trauma de ver como el cuerpo se va haciendo mayor a un ritmo desacompasadamente superior al de la mente.


Pero vosotros, vuestra crisis de los cuarenta, (vuestras barriguitas, calvas incipientes y ojos cansados) os la quitais saliendo de marcha e intentando ligar con crías de 20 años, como si vosotros aún los tuvierais. Jugando al fútbol como cuando eráis chavales, con las consiguientes lesiones por haberos pegado dos carreritas de más, y con los intentos fallidos de entrar en esa camiseta que tanto os gustaba en la juventud.

Y para muestra, un botón :)

¡Un beso a todos esos cuarentones que no pierden la alegría!
Ash.

domingo, 19 de junio de 2011

Sobre las "amigas"

Hola Ash, Hoy me gustaría que me aclararas cómo funciona el tema este de la amistad entre las mujeres. Perdóname si me muestro un tanto confuso pero no entiendo muy bien cómo funciona. Tengo claro que cuando dos amigos se encuentran tras dos años sin verse lo primero que se dicen son tres o cuatro barbaridades como "Jamás hubiera creído que podrías estar más calvo... y veo que me he equivocado" o "Esa barriga... mmm... ¿de cuánto estás?", pero lo cierto es que les da alegría reencontrase y al separarse piensan... "Jo, qué malo el Eduardo, está igual que siempre".

En cambio con vosotras ocurre exactamente lo contrario. Siempre que dos mujeres se encuentran al cabo del tiempo sólo tienen palabras azucaradas, melosas... "Nena, qué bien te veo, tú te has hecho algo seguro", y la otra contesta... "Ja, ja, ja... cómo eres, qué voy a hacerme nada, simplemente intento cuidarme, en cambio tú sí que estás bien, tan guapa como siempre". El caso es que cuando se separan les falta tiempo a una y a otra para llamar a una tercera y decirle "He visto a Juanita esta tarde y no te lo vas a creer, estás más gorda que antes, y sí, antes de que me lo preguntes, sigue vistiendo tan hortera... jajaja".

Yo creo que todo esto tiene que deberse por algo, aunque no soy capaz de vislumbrarlo, espero que seas capaz de alumbrarme con tu infinita sabiduría.

domingo, 5 de junio de 2011

¿Y para nosotras?

Este es otro de los grandes problemas de las mujeres solteras de hoy en día...
http://www.youtube.com/watch?v=bKZaAD6PY0I&feature=youtu.be
Esta ya es demasiada competencia :(

miércoles, 1 de junio de 2011

Cada loco con su tema

Hola Ler,

Muy buena tu entrada. Efectivamente, si, somos así. Tenemos un súper Bolso en el que nos caben todas esas cosas que tú dices, y mucho más (pero gracias por no nombrarlas). Y nos viene de perlas en más de una situación el recurrir a ese pequeño gran “kit” de supervivencia que es nuestro compañero diario de andanzas.


Pero ¡Ojito! Que a vosotros también os viene bien.. ¿no tendrás un ibuprofeno? ¿me guardas las llaves? ¿me dejas tu espejo, que creo que se me ha metido algo en el ojo? ¿Cariño tienes un boli? Y ya que estás…. ¿un papel?


Nosotras adoramos nuestro Bolso, y siempre nos sorprende con algo que dimos por perdido hace tiempo. Un buen día, rescatas ese bolso que lleva meses metido en el fondo del armario y te reencuentras, dentro del abismo de su fondo con unas gafas que diste por robadas, tu pintalabios

favorito del mundo mundial, dinero $_$, la nota que te escribió aquel chico tan mono aquella noche en una servilleta de papel. Todo cabe, todo vale.


Además, os facilita mucho la labor de los regalos: ante la duda, un Bolso ¡es valor seguro!


Es un accesorio multiusos. Pero nunca, nunca, podremos ser tan cansinas con el Bolso como lo podéis llegar a ser vosotros con el móvil. Desde que tenéis Internet, se os va la vida en él. Es como el bolso de las mujeres, pero en su versión digital e interactiva. Ahí dentro podéis tener: las fotos de la última juerga, el video de la primera comunión del sobrino, el GPS (Dios que cruz, aunque así tenéis la excusa perfecta para mosquearos abiertamente cada vez que os perdéis, en plan ¡¡la miierda del mapa este!!), el correo electrónico (para el trabajo, si, espera…jajajajaja), los juegos, por supuestísimo, todos los juegos descargables habidos y por haber… y no es como nuestro bolso, no, que nos dedicamos a pasear y punto. Lo vuestro es una manía brutal a mirar y estar tocando todo el día la pantallita…


¡Aay!, si pusierais la misma dedicación en tocar otras cosas, que bien nos iría a todAs (hablo del plumero, por supuesto :).



¡Buenas tardes!



martes, 24 de mayo de 2011

Mary Poppins

Buenas tardes Ash,


Hoy quiero hablar de la pequeña Mary Poppins que toda mujer lleváis dentro, y no, no me refiero a la capacidad de tener toda situación bajo control, ni a la de convertir cualquier momento en una aventura maravillosa, lamentablemente no. Me estoy refiriendo a la misteriosa e incomprensible relación con vuestros bolsos.





Siempre me he preguntado aparte de la inevitable función de complemento la utilidad de vuestros bolsos. ¿De verdad es necesario llevar seis kilos de cosas de dudosa utilidad?
Analicemos el contenido estándar de un bolso estándar de una mujer estándar:

Llaves de casa, monedero, tabaco, mechero, minibolsito con kit de pinturas, paraguas, otro mechero, copia de las llaves del coche, pinza del pelo, crema de manos, crema antiarrugas caducada, bolígrado, pintalabios, otro mechero, pañuelos, monedas sueltas, cualquier tipo de envoltorio con comida rápida light con sabor a chocolate, enganche de cortina que cogió de casa para cambiar en la tienda y quedó olvidado, juego de llaves originales del coche presuntamente perdidas, otro mechero, espejo, minibote de perfume, agenda llena de números de teléfono, libro pero nunca uno de una edición de bolsillo, amplio y variado surtido de fármacos, la mitad de ellos caducados y sin nombre legible y por supuesto decenas de pequeños objetos inservibles que fueron quedando entre los rincones en cada cambio de bolso...

Que conste que si a vosotras no os molesta estar media hora buscando el móvil cada vez que os llaman, o ante la puerta de vuestro coche o casa hasta que aparecen las llaves, a nosotros tampoco.

miércoles, 18 de mayo de 2011

El octavo pasajero


Si ya de por sí, la relación de una pareja puede ser complicada, la cosa se vuelve aún peor cuando a la ecuación le añadimos una incógnita nueva: El Hijo. Incógnita, sí, por que nunca sabes como te va a salir: llorón, tranquilo, nervioso, responsable, cariñoso… Y afecta a la pareja. Vamos que si afecta.



Me cruce el otro día con una vecina, que acaba de dar a luz, y a la típica pregunta de ¿cómo estás? le siguió un monólogo de respuesta en plan: por que mi marido pasa de todo, me lo estoy comiendo todo yo, encima él no me entiende, no se da cuenta de mi agobio, del estrés que me supone…”en fin, que terminamos tomando café en su casa con ella hecha un mar de lágrimas”.



Y es que es así. A su experiencia le uno la mía, la de gran parte de mis amigas, la de familiares... Y un hijo, definitivamente, es para la madre. Y no me vale la excusa de que la naturaleza es así, pero es que no nos queda otra.



Al poco tiempo me cruce de nuevo en el ascensor, esta vez con el marido. ¿Qué tal? ¿cómo lleváis al personaje?


- pufff bueno, parece que la cosa está mejor, ya se puede empezar a hablar con Marta, por que no veas, que carácter. No hay quién esté en casa, tiene siempre un humor!


- Perdona, creo que pregunte por el bebé…jejeje ¿Cómo está?


- Ahh bueno, bien bien. Sin problemas!


Claro hombre! Que problemas te puede generar a ti! Que sales de casa a las ocho y llegas a las nueve de la noche!



Y es q no nos entendéis. Sin contar con el cansancio y desgaste que supone pasar nueve meses con un Alien dentro, de todo el trastorno hormonal que genera, de la aprensión/tensión/miedo al parto, del mal rollo de ver como tu cuerpo (ese que tantas horas se ha estado trabajando en el gimnasio) se desmonta. Del nacimiento en sí, de la vuelta al cambio hormonal y del verte atada a a una criaturita, que de golpe y porrazo te colocan entre los brazos.


Se agradecería un poquito más de comprensión y ayuda. Que no es fácil, de verdad. Que nadie nos dice ¡toodo este trabajo es para vosotras!, no. Apetece compartir, lo bueno y lo malo, los llantos y las risas, los juegos y las enfermedades.. Y ese rol del padre para jugar que os tomáis tan a pecho, podría complementarse con el de padre colaborador en todo lo referente a criar al hijo…Todo. En dedicarle el mismo tiempo que le dedicamos nosotras cuanto menos. Que no tengamos que deciros las cosas, que salga de vosotros por que os sentís parte activa de esa ecuación.



Y cuantos padres desaparecen del mapa? Gracias a Dios no son mayoría, pero si que me faltan dedos en las manos para contar a amigas y conocidas que se han visto más solas que la una con un crío en brazos. Y eso es agotador, física y psicológicamente. Más aún cuando sabes que el “donante” sigue con su vida, como si nada. Mientras tanto, la nuestra pega un giro de ..., un giro....


no deja de girar.



martes, 17 de mayo de 2011

Una de padres e hijos

Mira tú por donde has ido a tocar un tema interesante. Y parece que has descubierto la pólvora: Tener un hijo afecta a la relación de pareja. Increíble; estamos de acuerdo en algo. Pero en lo que no coincidimos ni de refilón es en los motivos por los que la venida de un nuevo miembro afecta a la relación.

Tú haces un "profundo" análisis del tema. El hombre, que está por ahí flotando en la relación, no entiende nada, sólo ve a su mujer más histérica de lo normal y decide borrarse del mapa hasta "que se le pase". Si es que somoooossss....

Desde pequeñitos lo tenemos claro. Nuesta ilusión es tener un hijo para que, en cuanto nazca, dejar a la madre sola con él y nosotros seguir haciendo lo mismo que antes. Lo que me sorprende es que hayáis tardado tanto tiempo en averiguarlo, y me intriga aún más porqué, si esto es así, aún siguen naciendo críos en el mundo... alucinante.

Yo creo que un nuevo ser efectivamente afecta a la relación. En primer lugar porque eso de ser padre es una gran responsabilidad y no siempre (padre y madre) son capaces de asumirla desde el principio. Se han de revisar los acuerdos, los compromisos, etc. y como ya hablamos en una entrada anterior, ése no es vuestro fuerte.

Y un pequeño detalle que se te ha olvidado comentar es vuestra inagotable necesidad de ser perfectas, en todo: en el físico, en vuestras relaciones de pareja, en el trabajo y por supuesto en ser madre. Y eso no es posible, por más que lo intentéis, por más que nos echéis la culpa a nosotros.

Y es que no os dais cuenta que lo atrae, lo que hace que alguien quiera estar con otro alguien no es su perfección sino su alegría y ganas de vivir y disfrutar.

Así que os recomiendo que empecéis a dejar de mirarnos tanto como los culpables de todos vuestros males y empecéis a miraros un poco más a vosotras mismas.


domingo, 1 de mayo de 2011

Sin comentarios

Hola Ash, aquí te dejo una breve historia (un tanto adaptada) que me enviaron hace algún tiempo por correo. Como verás, aunque antigua, sigue siendo muy actual. Mi entrada se llama "sin comentarios" porque visto lo visto cualquiera dice nada. Espero que te guste!

Supongamos que un chico llamado Ler se siente atraído por una mujer llamada Ash. Él le propone ir juntos al cine, ella acepta, lo pasan bien. Unas pocas noches después él la invita a ir a cenar, y de nuevo están a gusto. Siguen viéndose regularmente, y un tiempo después ninguno de ellos ve a ningún otro.

Entonces, una noche cuando van hacia casa, un pensamiento se le ocurre a Esther y, sin pensarlo realmente, ella dice:

- ¿Te das cuenta de que justo hoy hace seis meses que nos vemos?


Y entonces se hace el silencio en el coche. A Ash le parece un silencio estruendoso. Ella piensa:

"Me pregunto si le habrá molestado que yo haya dicho eso. Quizás se siente restringido por nuestra relación; quizás crea que yo estoy tratando de forzarle a alguna clase de obligación que él no desea, o sobre la que no está muy seguro."

Y Ler está pensando: "Vaya. Seis meses."


Y Ash piensa: "Pero yo tampoco estoy segura de querer esta clase de relación. A veces me gustaría tener un poco más de libertad, para tener tiempo de pensar sobre lo que yo realmente quiero que nos mantenga en la dirección a la que nos estamos dirigiendo lentamente... quiero decir, ¿hacia dónde vamos? ¿Vamos simplemente a seguir viéndonos en este nivel de intimidad? ¿Nos dirigimos hacia el matrimonio? ¿Hijos? ¿Una vida juntos? ¿Estoy preparada para este nivel de compromiso? ¿Es que conozco realmente a esta persona?"

Y Ler piensa:
"...así que eso significa que fue... veamos... febrero cuando comenzamos a salir, que fue justo después de dejar el coche en el taller, o sea que... veamos el cuenta-kilómetros... ¡mierda! Tengo que cambiarle el aceite al coche."

Y Ash piensa:
"Está disgustado. Puedo verlo en su cara. Quizás estoy interpretando esto completamente mal. Quizás quiere más de nuestra relación, más intimidad, más compromiso; quizás él ha notado -antes que yo- que yo estaba sintiendo algunas reservas. Sí, apuesto a que es eso. Por eso es tan reticente a decir nada sobre sus propios sentimientos. Tiene miedo de ser rechazado."

Y Ler piensa:
"Y voy a tener que decirles que me miren la transmisión otra vez. No me importa lo que esos imbéciles digan, todavía no cambia bien. Y esta vez será mejor que no intenten echarle la culpa al frío. ¿Qué frío? Hay 30 Cº fuera, y esta cosa cambia como un camión de basura, y yo les pago a esos ladrones incompetentes 60.000 pelas."

Y Ash está pensando:
"Está enfadado. Y no puedo culparle. Yo estaría enfadado, también. Dios, me siento tan culpable, haciéndole pasar por esto, pero no puedo evitar sentirme como me siento. Simple y llanamente, no estoy segura."

Y Ler piensa: "Probablemente me dirán que sólo tiene tres meses de garantía. Eso es justo lo que van a decirme, los desgraciados."

Y Ash está pensando:
"Quizás soy demasiado idealista, esperando que venga un caballero en su caballo blanco, cuando estoy sentada al lado de una persona perfectamente buena, una persona con la que me gusta estar, una persona que realmente me importa, una persona a la que parezco importarle realmente. Una persona que sufre por causa de mis egocéntricas fantasías románticas de colegiala."

Y Ler piensa: "¿Garantía? ¿Quieren una garantía? Les daré una garantía. Cogeré su garantía y la..."


- Ler - dice Ash en alto.
- ¿Qué? - dice Ler, sorprendido.

- ¡Por favor, no te tortures así! -dice ella, con un inicio de lágrimas en sus ojos-. Quizás nunca debí haber dicho... Oh, Dios, me siento tan... Se interrumpe, sollozando.

- ¿Qué? -dice Ler.

- ¡Soy tan tonta! - solloza Ash-. Quiero decir, ya sé que no hay tal caballero. Realmente lo sé. Es estúpido. No hay caballero, ni caballo.

- ¿No hay caballo? - dice Ler.

- Piensas que soy tonta, ¿verdad? - dice Ash.


- ¡No! - dice Ler, contento por fín de conocer la respuesta adecuada.

- Es sólo que... sólo que... necesito algo de tiempo - dice Ash.

Hay una pausa de 15 segundos mientras Ler, pensando todo lo rápido que puede, trata de decir una respuesta segura. Finalmente se le ocurre una que cree que puede funcionar:

- Sí - dice.

Ash, fuertemente emocionada, toca su mano:

- Oh, Ler, ¿realmente pensás eso? - dice ella.

- ¿El qué? - dice Ler.

- Eso sobre el tiempo - dice Ash.

- Oh - dice Ler-. Sí, claro.

Ash se vuelve para mirarle y fija profundamente su mirada en sus ojos, haciendo que él se ponga muy nervioso sobre lo que ella pueda decir luego, sobre todo si tiene que ver con un caballo. Al final, ella dice:

- Gracias, Ler.

- Gracias - dice Ler.


Entonces él la lleva a casa, y ella se tumba en su cama, un alma torturada y en conflicto, y llora hasta el amanecer, mientras que Ler vuelve a su casa, abre una bolsa de patatas, enciende la tele, e inmediatamente se encuentra inmerso en una retransmisión de un partido de tenis entre dos checos de los que nunca ha oído hablar. Una débil voz en los más recónditos rincones de su mente le dice que algo importante pasaba en el coche, pero está bien seguro de que no hay forma de que pudiese entenderlo, así que opina que es mejor no pensar sobre ello.

Al día siguiente Ash llamará a su mejor amiga, o quizás a dos de ellas, y hablarán sobre la situación durante unas seis horas seguidas. Con doloroso detalle, analizarán todo lo que ella dijo y todo lo que él dijo, pasando sobre cada punto una y otra vez, examinando cada palabra y gesto por nimios significados, considerando cada posible ramificación. Continuarán discutiendo el tema, una y otra vez, por semanas, quizás meses, nunca llegando a conclusiones definitivas, pero nunca aburriéndose de él, tampoco.

Mientras, Ler, un día mientras ve un partido de fútbol con un amigo común suyo y de Ash, durante los anuncios, fruncirá el ceño y dirá:


- Raúl, ¿Tú sabes si Ash tuvo alguna vez un caballo?

sábado, 30 de abril de 2011

Silencio Administrativo...

Bien, vale. Eso que tu has plasmado de forma tan “original” en tu entrada no es ni más ni menos que el eterno problema: la falta de comunicación. Y de verdad, no quiero hacer sangre Ler, pero es que, por normal general (dejaremos un pequeño margen para esos pocos casos excepcionales de los que alguien ha oído hablar en alguna ocasión) sois de los menos comunicativo y expresivo que existe.

Os cuesta expresar sentimientos y demostrar q estáis bien, sin más. Y eso a nosotras nos genera inseguridad. Y claro, luego pasa lo que pasa… la cabeza de uno va para un lado, la cabeza del otro va para el otro y ya esta el lío montado. Con lo fácil que es decir las cosas, la de comeduras de cabeza (y horas de terapia con amigas) que podríais evitarnos.


Retomando tu ejemplo: hace seis meses que nos vemos.. ¿Qué contesta él?? ¡¡¡NADAAA!!!! ¿Pero tanto cuesta decir algo? ¿De verdad? ¿Tanto? Aunque solo sea para hacernos sentir bien, aunque solo sea para “asentar” bases. ¿Todo hay que dejarlo al Ella ya sabrá o ya se habrá dado cuenta de...? no queremos ninguna parrafada ni toda una declaración de intenciones, nos conformamos, de verdad, con un mínimo, con una sonrisa, con una caricia, con algo que nos haga sentir que no estamos haciendo el tonto y que vamos los dos por el mismo camino.

Vale, que sois los machos y vale que sois simples. Pero es que también vale que nosotras no. Por naturaleza nos gusta analizar las cosas, y nos gusta saber por donde pisamos y cuán firme es nuestro paso. ¿No se puede llegar al término medio? Vale, que esas cosas del tiempo y demás os resbala, vale que no necesitáis todo eso para sentiros a gusto en una relación. Pero nosotras sí. Y no os cuesta tanto hacernos sentir seguras. Además, es por el bien común.

En fin, no pienso enrollarme tanto como tú esta semana, solo decirte dos palabras: Insensibles e Inexpresivos: Eso es lo que sois…

jueves, 21 de abril de 2011

El típico tópico

Es que vosotras cuando os casáis cambias…. Pues mira quién habló.


Este post va dedicado a aquellos hombres que se unen en sagrado matrimonio o, en matrimonio, o simplemente se juntan.
Y cambian, vamos que si cambian.

Y es que luego os quejáis, pero una vez que os vais a vivir con vuestra chica, el mundo ideal al que nos tenías acostumbradas cambia de forma radical. Ganamos un compañero de cama, en efecto. Pero perdemos mucho más…

Perdemos el poco o mucho romanticismo al que nos podías tener acostumbradas. Es como si la guerra la tuvieseis ganada. ¿Qué necesidad de seguir trabajándooslo? ¡Si ya somos valor seguro! Se acaban las citas, los piropos, los detalles, el cariño, las miradas cómplices y la ilusión. Se acabó el “que guapa estás hoy” y los te quieros… y se empieza a resoplar.

Perdemos al amigo. A partir de ese momento, todo son enfrentamientos. Lo que al principio empieza siendo divertido, acaba siendo una guerra abierta: Recoge el baño, la lavadora existe (y no funciona sola), en la nevera cabe mucho más que cerveza, las cosas no se compran solas… y un laaargo etcétera. Y de verdad, no lo decimos por joder, es que si no lo haceis vosotros, nos toca hacerlo a nosotras, también.

Porque no pedimos tanto, de verdad.. Solo queremos un poco de “ayuda”, co-responsabilidad, no tener que comernos nosotras todo el marrón de una casa… También nos gusta llegar y tirarnos en el sofá, ¡Por supuesto! Pero es que si dejamos la casa en vuestras manos, si cogemos vuestro ritmo, llegaría el día en el que sanidad vendría a desalojarnos.

Y los que vivís solos pensareis: si claro, si yo me lo hago todo, y tengo mi casita tan arreglada, y es cierto, pero por eso, por que estáis solos y no tenéis más remedio que hacerlo. Pero una vez que se os abre la posibilidad de pasarle el marrón a otra, ni lo dudáis: para que lo voy yo a pasar la aspiradora, si fijo que ella en cuanto llegue la pasa, la cama que la haga ella, que se ha levantado después, ¿la fregona?? ¡¡Eso tiene que ser cosa del diaabloo!!

Y os dejáis, un montóon. Y no sois conscientes… Engordáis, igual que podemos engordar nosotras, dejais de cuidaros en esos pequeños detalles que nosotras sabemos apreciar. Los fines de semana sin plan sois capaces de pasároslo tirados en el sofá, con una mano en el mando y otra en consabida parte… ahí. Sin pasar por la ducha, sin pisar la calle, sin levantar la mirada, Ahí, con las manos ocupadas y un ahoraaa voy en la boca. Ahí, tan descansaditos…. Mientras nosotras nos matamos por vivir de forma salubre. Y luego claro… queremos fiesta y nos queréis con buena cara y a vuestra disposición.

En fin… os quejáis muchas veces de que nos volvemos “madres” cuando iniciamos convivencia con vosotros, pero es que no os dais cuenta de que vosotros os volvéis “hijos”, a los que hay que decirles las cosas. No tenéis esa visión del para bien y para mal que supone convivir.

Y nosotras no cambiamos… simplemente, nos quemamos.

PS. Cariño, no te preocupes, que YOOO cuelgo el cuadro!!
(un mes después)… es que me falta una broca especial por que esta pared tieeene…
(tres meses después)… si ya tengo la broca! Pero es que este taco es muy malo. Y no va, no va.
(seis meses después)… Tu piensa cielo, vete pensando dónde quieres que lo ponga.

(Dos años después) Oye cariño, aquí quedaría de puta madre un cuadro.

Y al que me diga que esto no es así, ¡le quito el mando!



El tópico típico

¡Ay! Querida Ash, en qué jardín te has metido hoy. Dice un refrán español, que en esto de la vida es más fiable que la Wikipedia, “La mujer se casa creyendo que el hombre cambiará. El hombre se casa creyendo que la mujer no cambiará. Ambos se equivocan”.

Dices que nosotros cambiamos. ¿De verdad lo crees? Yo no conozco muchos novios a los que les encante ir a Ikea a pasarse 5 horas viendo sofás, ni tengo muchos amigos que vivan solos y se mueran por colgar un cuadro en su salón. El problema es, como te decía al principio, que no cambiamos. Y eso no lo lleváis muy bien.

Estoy cansado de oíros eso de que el hombre es más simple que un botijo, y efectivamente tenéis razón. Somos sencillos, primarios, incapaces de hacer dos cosas a la vez, nos encanta vivir despreocupados, el día a día, pero somos así antes y después de casarnos o convivir con alguien.

En esto de la convivencia el tema está precisamente en saber convivir. Vosotras tenéis unos conceptos preclaros de cómo debe ser una relación. Y lo que se salga de ahí hay que cambiarlo. Y claro, os pegáis de morros con la realidad. Quizá sea por tanta película de Disney y príncipes azules.

¿Colgar un cuadro en el salón? Me gustaría saber cuándo se decidió en conjunto que se quería un cuadro en ese salón, me gustaría saber cuándo he participado en la discusión en la que se decidió que había que ir “ahora” a comprar. No se puede establecer una relación sólo en base a los principios vitales de uno de los dos. Eso no es una relación de iguales, eso, como tú bien dices, se convierte en una relación madre-hijo.

Y es que tú misma te delatas cuando dices “solo pedimos un poco de ayuda”. Queréis un poco de ayuda para construir el hogar con el que habíais soñado desde pequeñas. Pero sabes lo que pasa, que ése no es sólo tu hogar, también lo es de tu pareja. Él también tiene un hogar imaginado. Y tiene el mismo derecho. Ni más, ni menos.

Creo que en el fondo existe un conflicto de prioridades. Creéis que no hacemos tareas domésticas porque sabemos que luego vosotras las haréis. Ése el error de base. Eso no es así. No lo hacemos porque para nosotros eso no tiene ninguna importancia, en nuestra lista de cosas importantes no aparece, y en la lista de cosas sin importancia está de las últimas. Y es más, preferiríamos que no las hicierais vosotras, que os sentarais a leer un libro, a descansar o a disfrutar de vuestra afición preferida. Y no, no nos comería la mierda, ni tendría que venir sanidad. Simplemente no se harían las cosas cuando vosotras tenéis clarísimo que deben hacerse, no estaría la casa lo inmaculada que a vosotras os gustaría, pero nada más, repito, nada más.

Decía Dave Muerer “Un matrimonio excepcional no se da cuando se casa una "pareja perfecta". Se da cuando una pareja imperfecta aprende a disfrutar sus diferencias.” Hombre y mujer estamos condenados a relacionarnos, a convivir, pero si de verdad queréis que eso funcione, no intentéis convertirnos en vosotras, dejadnos ser nosotros.

viernes, 15 de abril de 2011

A por eeeellooos!!!

Hola Ler..

Te estás haciendo viejo si, y de los paranoicos. Vamos a ver… las cosas claras: si por cada doscientos tíos babosos que tenemos que aguantar nosotras cuando salimos de marcha, os toca tragaros a cien tías …. Os aguantáis. Eso para empezar. Que ni todas vamos tan a la desesperada como tú dices, ni todos los tíos sois unos santos.

Además, ¿sabes que te digo? Que ¡OLÉEEEEE por las mujeres que toman las riendas! ¡Claro que síii! Si le gusta algien, ¿Qué necesidad de pasarse la noche esperando a ver, si se decide?.. Jolines, te quitas la duda de encima en un momento… y ¿sabes que más? Que OLÉEEE, por las mujeres que disfrutan libremente de su sexualidad! Y OLÉEEE por aquel que lo aproveche con ella.. Es que sois im- presionantes… de verdad.

Y encima vas y pones una foto de crepúsculo!! Jajajaja que romáaantico... Por cierto, ¿la has visto? Porque claro, vosotros sois así, sois LOS DUROS, con mayúsculas. Sois duros por naturaleza e incapaces de compartir una hora y media romántica con vuestra chica. Eso sí, el fútbol es condición sine qua non.

Tenéis sentimientos y corazón a vuestra forma dices…jajajaja. ¡¡Esa si que es buena!! Por favor, especifica. ¿Qué forma es esa? ¿Está definida en algún lado? Algo de abstracta tiene fijo, si es que es definible.

Lo de que a los hombres os gusta ser cazadores... Efectivamente, debo darte la razón. Hoy te cazo a ti, mañana a ti, pasado a ti… Chicas, eso si, nosotras ahí, en el Pub tan monas, en plan muestra, para que ellos puedan elegir y no se sientan cohibidos en su acecho…

Porque ese es el problema: que si pierden el control de la situación se cohíben. Se vuelven inseguros, y eso les mata y les anula. Y ese es lo que en el fondo os fastidia, la inseguridad que os genera perder ese rol de hombre “activo”.

Para terminar, te diré que el hombre caza, si, animales. Gracias por tu sensibilidad. Mal has empezando empleando este término para referirte al acto de ligar, o coquetear, o relacionarse, o conocerse. Ahí has demostrado lo que somos para vosotros: TROFEOS.

Y sinceramente, no creo que todo esto tenga nada que ver con la igualdad..

jueves, 14 de abril de 2011

Cazadores cazados

Hola Ash,

El otro día organizamos una cena de antiguos alumnos del colegio (una de esas impagables ventajas que tienen las redes sociales) y tras dar cuenta de las viandas y la pertinente sobremesa recordando viejas anécdotas nadie dudó que el evento acabaría en la zona de marcha de moda.

¿Y sabes lo que te digo? Que me estoy haciendo viejo. ¡Cómo ha cambiado el cuento! No es que yo salga mucho de mi cueva, pero la última vez que visité esos lugares el hombre aún seguía siendo el cazador y la mujer la “presa”. Cuál fue mi sorpresa cuando me encontré inmerso en una marea humana en la que las mujeres eran los hombres y los hombres, las mujeres.




Ya sé que se lleva ahora eso de la igualdad y que hay que eliminar las diferencias entre sexos, pero esto ya se pasa de castaño a oscuro. Y creo que en esto os equivocáis, soy partidario de la igualdad, de que no haya discriminación y que todos tengamos las mismas oportunidades, pero erráis de lleno al confundir eso con querer que todos (hombres y mujeres) seamos iguales.

La mujer atrae al hombre por… ser mujer, femenina, nos gusta ese rol (aunque sea ficticio) de protectores, nos gusta ser los “cazadores” (vale, vale, aunque todos sepamos ya a estas alturas que si cazamos algo es porque vosotras nos dejáis), ser los brutos y atrevidos del tándem, los que acechan. Eso no quita para que tengamos sentimientos y corazón pero a nuestra forma, como estos hombres rellenos.

Y es más, creo que a vosotras también os gustamos por eso.

No creo que os gustara que ahora los hombres empezáramos a ser más sensibles que vosotras, que nos encantara estar horas sentados hablando de la vida y nos convirtiéramos en una más de vuestras amigas.

No, aunque me esté haciendo viejo, sigo creyendo que existían cosas que estaban bien como estaban. Habéis comenzado una carrera hacia la igualdad que aplaudo y de la que participo pero creo que en algunos temas no habéis sabido frenar a tiempo y se os ha ido el asunto de las manos.

Hacednos y haceos el favor, sólo en esto, seguid siendo mujeres y dejadnos ser a nosotros los hombres. Todos saldremos ganando… Hombres del mundo, si leéis esto… ¿no estáis de acuerdo? ¿No os ha pasado algo parecido nunca? ¡Alcemos la voz!

viernes, 8 de abril de 2011

¿Y qué?


Hola Les,

Antes de empezar a leerte déjame que te aclare una cosa… ¡Estoy un poco harta de tantas prohibiciones! El tabaco, la velocidad, que si cinturones, que si cascos, que si nada de móviles, ufff… y ahora quieres que hablemos de los botellones.


¿Sabes lo que te digo? Que me parece muy bien. Me parece estupendo que los jóvenes se reúnan para charlar, y si pueden, se tomen lo que les apetezca donde les apetezca. Y no me digas ahora que es que arman follón o que dejan todo perdido por el suelo. Prohibir los botellones por eso es como prohibir a alguien que compre un tenedor porque luego se lo puede clavar a otro. Cada cosa en su momento.


Hemos llegado a un punto en el que se prohíben las cosas no porque estén mal sino porque se supone que se hará un mal uso de ellas y eso no se sostiene ni por una mente tan analítica como la tuya. Supongo que sabrás que has pagado un canon por tu disco duro, ése que ahora mismo estás usando para escribir tu entrada, no por nada, sino porque ya “se sabe” que vas a tener cosas pirateadas en él (por cierto, como espero que al menos en esto me darás la razón aquí puedes empezar a movilizarte).


Es que estamos en un país de locos. Yo llevo fatal eso de la doble moral al estilo americano que estamos empezando a adoptar como propia. Las fiestas de los San Fermines y las hogueras de San Juan están bien vistas, y que baje Dios y lo vea si eso no son dos macromegabotellones, pero que yo me junte con unos amigos a tomar dos cervezas en un parking es una monstruosidad y hay que prohibirlo.


Dejemos que nuestros jóvenes y no tan jóvenes salgan, se diviertan, se junten con quien quieran y donde quieran, que beban lo que quieran y si hay alguno que molesta o que ensucia deliberadamente la vía pública pues apliquemos las normas que ya existen, pero ¡diablos! que nos dejen en paz.


¿Quieres acabar con los botellones? Perfecto, pero en vez de prohibirlos por qué no intentas promover que los locales de copas no se dediquen a dar garrafón o a pedir precios desorbitados por las consumiciones. Nuestros jóvenes no están en la calle porque les parezca un sitio extraordinario sino porque poco a poco les hemos empujado a estar allí.


Sí, los jóvenes hacen botellones… ¿Y qué?

Pero mira cómo beben...

Y no son precisamente peces, ni estamos en navidad. Estamos en un fin de semana cualquiera, en un parque cualquiera, de una ciudad cualquiera. Y es lo que hay… Jóvenes en edades comprendidas entre los 16 y los 23 años de media, cuyo mayor entretenimiento es juntarse los fines de semana a beber. Parece que después del Parque de Bolas, pocas opciones “sanas” les quedan para entretenerse…


¿Cual es el perfil del participante en botellones?


En principio, la media de edad ronda los 23 años, aunque la mitad de los participantes son menores de edad. Dentro de los menores hay más mujeres que hombres, aunque estas también abandonan antes esta práctica que ellos.


Vamos a catalogar sus efectos en dos partes:


Por un lado se puede hablar del deterioro de la salud pública.


Tenemos una sociedad adolescente y joven, con una tolerancia al alcohol brutal. Lo que conlleva que tengan que beber cada vez más para coger el “punto”: Alcohólicos en potencia. Ash, si pasas por un botellón oirás los gritos ahogados de los hígados pidiendo auxilio, mientras el resto del cuerpo socializa con los allí presentes: - “¡Hola! Soy Juanjo...” -“¡Hola Juanjo! Te queremos Juanjo…”

Y enfermedades, a las que un gran número de la población se enfrentará en un futuro: cirrosis, hepatitis, pancreatitis, obesidad, perdida de capacidad cognoscitiva, desarreglos en el crecimiento (¡¡son adolescentes!!), trastornos mentales, ETS,..

Y ya no es solo el alcohol, es que estos ambientes son el caldo de cultivo perfecto para sembrar nuevas drogas entre la juventud.


Por otro lado, no podemos descuidar la alteración del orden público.

En los botellones hay seguridad…seguridad absoluta de que algo acaba mal. No se puede estar más seguro de algo. Doscientos tíos bebiendo como locos, y no están precisamente sentados en el suelo jugando inocentemente a la botella, ni con música chill out, ni conversando tranquilamente... no.

Están gritando, rompiendo botellas, metiéndose en broncas, insultando al que pasa, meando en todas partes, Intimando en los rincones… Ojito: eso si… el sexo SIIIEEEMPRE con control ( y con cariño Ash, y con cariño..). Control total de todo el que pasa por ahí… como decía la canción de Gabinete: "entre olées y ovaciones y aclamaciones de satisfaccio-óoon…”

Y el día después: levantarse temprano por la mañana (si es que has podido dormir) para dar un paseito y no poder ni respirar de la peste a meado, el tener que andar por encima de cristales, esquivar vomitonas, saltar sobre algún rezagado que ha quedado ¿dormido? ¿Inconsciente?, tirado en el suelo sobre su propia orina. Acaba la noche dejando, además, a chavales ingresados con comas etílicos, heridos y hasta muertos en las broncas.

Y tengo claro que la vida es así, y que por mucho que le digas a un adolescente si quiere beber beberá. Lo que ya me parece aberrante, es que los ayuntamientos habiliten zonas para hacer los botellones… ¿pero en que cabeza cabe?? Está prohibido el consumo de alcohol en la vía pública, pero te hago un botellódromo para que te bebas, tranquilamente, todo lo que quieras. Que absurdo…

Y claro Ash, ahora tú me dirás: “es que el alcohol es muy caro, se pasan tres pueblos en los bares con las copas…” Pues si, es cierto, pero mira, al menos es una forma de limitar el consumo, que no hay mal que por bien no venga…

Porque todo en definitiva se limita a eso: LIMITAR. Entiendo que es la edad de que beban, se diviertan (a su modo) etc.. pero dentro de unos límites.. Que son ampliamente superados los fines de semana y que ni familias ni autoridades han podido frenar. O no han querido..


Yo de todas formas, tengo la esperanza de de que esta moda, al igual que otras que ha habido anteriormente, terminen por pasar..

martes, 29 de marzo de 2011

¡Viva la Energía Nuclear!

En fin, Ler, que decirte...

Creo que cometemos un grave error utilizando e invirtiendo en Energía Nuclear. Y no voy a coger el camino fácil, no pienso recurrir a la reciente tragedia en Japón, ni al desastre de Chernobil, ni a hablar de malformaciones ni de enfermedades… Hasta aquí.


Hablemos de Economía:


Bien es cierto, que la energía nuclear es la energía más barata… siempre y cuando no tengamos en cuenta las subvenciones encubiertas y los costes ocultos que no interesa que vean la luz. No por nada, pero los gobiernos tiene que adornar lo que les interesa vender... Pero también es cierto, que tan solo el 20% de la energía que se consume en España proviene de las centrales nucleares. Y no es por nada, pero nosotros, consumidores, la estamos pagando al mismo precio que las energías provenientes de otras tecnologías. ¿A caso a ti en la factura de la luz te pone algo así en plan : Querido Ler, al consumir Ud. únicamente energía nuclear, ¡tiene un 80% de descuento en el total de su facturaa!¡Enhorabuena y gracias por su colaboración!.. si es así, por favor, quiero verlo :).


¿Que esta energía nos hace independientes? Cierto. Nosotros creamos y consumimos nuestra propia Energía Nuclear. Eso si, somos totalmente dependientes en cuanto al abastecimiento del Uranio. España importa el 100% del Uranio necesario para el funcionamiento de las centrales nucleares de nuestro territorio. Somos totalmente dependientes, en este sentido del mercado exterior. Genial. ¡Viva la independencia!


Seguro de accidentes.


Creo que sobra entrar a debatir el tema de los residuos nucleares y de los accidentes que pueden ocurrir. Por desgracia creo que todos conocemos el impacto de estos factores. De lo que últimamente se ha hablado es de la vida útil de una central nuclear. En un principio se estipulo esta en cuarenta años. Hoy se pretende ampliar. ¿Por qué no? Si hasta nosotros nos vamos a jubilar a las puertas del cementerio, pues hale, las centrales nucleares igual… y si un día vemos que la cosa empieza echar humo, pues nos echaremos las manos a la cabeza y a ver como lo resolvemos. Ni tan siquiera los expertos están seguros de esta decisión..


Y hay tantas dudas y desconocimiento acerca de sus efectos… ¿tan complicado es invertir en energías renovables? ¿Tan complicado es mirar a un futuro ecológico, ¿a un planeta verde?, ¿al desarrollo sostenible? Podemos avanzar en muchas cosas, podemos tener una vida cada día más fácil… hoy. Pero para nosotros.

Pero miremos por las generaciones que tienen que venir, y que tendrán que luchar por un espacio en el que puedan vivir y convivir. No simplemente, sobrevivir. Démosles esa oportunidad.

NUCLEAR, SÍ, GRACIAS

Hola Ash,

Ya sé que en los momentos que corren se lleva eso del “No a la energía nuclear”, es un discurso fácil, un eslogan bonito y ¡diablos! ¿Quién se va a atrever a decir lo contrario después de la tragedia japonesa?

Mira, yo también estoy contigo en que quiero que todos los conflictos se resuelvan mediante el diálogo y el consenso, que la sanidad sea gratis en todas sus facetas, que las pensiones sean más elevadas y cómo no, que la energía que se consuma en el mundo sea toda de fuentes renovables, limpias y eficientes, aunque espero que admitas que en esta vida no siempre se puede tener lo que uno quiere. Mi sí a la energía nuclear no se fundamenta en que crea que sea la mejor opción. Claro que no me gusta tener que tratar con residuos nucleares de larga duración, posibles incidentes en centrales y las demás consabidas gaitas. Mi sí, te decía, es consecuencia de un sencillo razonamiento lógico; y si no ¿qué?

Ahora mismo la energía nuclear supone el 17% de la energía total consumida en el mundo. Imagínate que conseguimos convencer a gobiernos y población civil y acabamos con ella (no, no voy a entrar en la cantidad de empleos, de familias que dependen de ellas, no te preocupes). El día después del cierre el mundo contaría con un 17% menos de energía para gastar; ¿Qué hacer?


Opción A.- Consumir un 17% menos de energía. Eso traería varias consecuencias, la primera es la inevitable subida de precio de la factura eléctrica (ya sabes, si se disminuye la oferta, los precios…), pero aparte de la agradable subida tendremos que reducir casi un 20% nuestro consumo. ¿Estás dispuesta a apagar tu nevera 5 horas al día? Supongo que no. ¿No cogerás el ascensor 1 de cada 5 veces que subas a casa? ¿Y qué pasaría con las empresas? En fin, que creo que, como eres una persona con sentido común, coincidiremos que no es una opción muy viable. Pasemos pues a la...


Opción B.- Sustituir ese 17% por otras energías. Eso es una opción más realista pero no por ello exenta de problemáticas. ¿Por cuáles energías las sustituirías? ¿Por renovables? Podría extenderme aquí pero ya lo han hecho otros por mí. Por si no quieres entrar a leer, te lo resumo: inviable. ¿Por no renovables? ¿Petróleo, carbón, gas natural? Bueno, en primer lugar no hay capacidad de extracción actual para aumentar un 20% la producción de estos recursos, en segundo lugar no quiero imaginar cuál sería el impacto en el precio ante el incremento de la demanda y para terminar no veo cómo defenderían su efecto en el cambio climático los antinucleares.

Bueno Ash, creo que la conclusión es evidente, energía nuclear sí porque no tenemos actualmente ninguna alternativa real para suplirla, y me gustaría añadir que la energía nuclear es la más limpia que existe. Su debatida seguridad creo que ha quedado demostrada en Fukushima, un terremoto grado 9 y un tsunami no han podido con ella, sólo la falta de suministro eléctrico ha creado los problemas que actualmente vivimos. Sé que aún tenemos que encontrar una solución satisfactoria para el tema de los residuos, pero pese a ello, Nuclear, sí, gracias.