Mira tú por donde has ido a tocar un tema interesante. Y parece que has descubierto la pólvora: Tener un hijo afecta a la relación de pareja. Increíble; estamos de acuerdo en algo. Pero en lo que no coincidimos ni de refilón es en los motivos por los que la venida de un nuevo miembro afecta a la relación.
Tú haces un "profundo" análisis del tema. El hombre, que está por ahí flotando en la relación, no entiende nada, sólo ve a su mujer más histérica de lo normal y decide borrarse del mapa hasta "que se le pase". Si es que somoooossss....
Desde pequeñitos lo tenemos claro. Nuesta ilusión es tener un hijo para que, en cuanto nazca, dejar a la madre sola con él y nosotros seguir haciendo lo mismo que antes. Lo que me sorprende es que hayáis tardado tanto tiempo en averiguarlo, y me intriga aún más porqué, si esto es así, aún siguen naciendo críos en el mundo... alucinante.
Yo creo que un nuevo ser efectivamente afecta a la relación. En primer lugar porque eso de ser padre es una gran responsabilidad y no siempre (padre y madre) son capaces de asumirla desde el principio. Se han de revisar los acuerdos, los compromisos, etc. y como ya hablamos en una entrada anterior, ése no es vuestro fuerte.
Y un pequeño detalle que se te ha olvidado comentar es vuestra inagotable necesidad de ser perfectas, en todo: en el físico, en vuestras relaciones de pareja, en el trabajo y por supuesto en ser madre. Y eso no es posible, por más que lo intentéis, por más que nos echéis la culpa a nosotros.
Y es que no os dais cuenta que lo atrae, lo que hace que alguien quiera estar con otro alguien no es su perfección sino su alegría y ganas de vivir y disfrutar.
Así que os recomiendo que empecéis a dejar de mirarnos tanto como los culpables de todos vuestros males y empecéis a miraros un poco más a vosotras mismas.
Tú haces un "profundo" análisis del tema. El hombre, que está por ahí flotando en la relación, no entiende nada, sólo ve a su mujer más histérica de lo normal y decide borrarse del mapa hasta "que se le pase". Si es que somoooossss....
Desde pequeñitos lo tenemos claro. Nuesta ilusión es tener un hijo para que, en cuanto nazca, dejar a la madre sola con él y nosotros seguir haciendo lo mismo que antes. Lo que me sorprende es que hayáis tardado tanto tiempo en averiguarlo, y me intriga aún más porqué, si esto es así, aún siguen naciendo críos en el mundo... alucinante.
Yo creo que un nuevo ser efectivamente afecta a la relación. En primer lugar porque eso de ser padre es una gran responsabilidad y no siempre (padre y madre) son capaces de asumirla desde el principio. Se han de revisar los acuerdos, los compromisos, etc. y como ya hablamos en una entrada anterior, ése no es vuestro fuerte.
Y un pequeño detalle que se te ha olvidado comentar es vuestra inagotable necesidad de ser perfectas, en todo: en el físico, en vuestras relaciones de pareja, en el trabajo y por supuesto en ser madre. Y eso no es posible, por más que lo intentéis, por más que nos echéis la culpa a nosotros.
Y es que no os dais cuenta que lo atrae, lo que hace que alguien quiera estar con otro alguien no es su perfección sino su alegría y ganas de vivir y disfrutar.
Así que os recomiendo que empecéis a dejar de mirarnos tanto como los culpables de todos vuestros males y empecéis a miraros un poco más a vosotras mismas.
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