jueves, 21 de abril de 2011

El típico tópico

Es que vosotras cuando os casáis cambias…. Pues mira quién habló.


Este post va dedicado a aquellos hombres que se unen en sagrado matrimonio o, en matrimonio, o simplemente se juntan.
Y cambian, vamos que si cambian.

Y es que luego os quejáis, pero una vez que os vais a vivir con vuestra chica, el mundo ideal al que nos tenías acostumbradas cambia de forma radical. Ganamos un compañero de cama, en efecto. Pero perdemos mucho más…

Perdemos el poco o mucho romanticismo al que nos podías tener acostumbradas. Es como si la guerra la tuvieseis ganada. ¿Qué necesidad de seguir trabajándooslo? ¡Si ya somos valor seguro! Se acaban las citas, los piropos, los detalles, el cariño, las miradas cómplices y la ilusión. Se acabó el “que guapa estás hoy” y los te quieros… y se empieza a resoplar.

Perdemos al amigo. A partir de ese momento, todo son enfrentamientos. Lo que al principio empieza siendo divertido, acaba siendo una guerra abierta: Recoge el baño, la lavadora existe (y no funciona sola), en la nevera cabe mucho más que cerveza, las cosas no se compran solas… y un laaargo etcétera. Y de verdad, no lo decimos por joder, es que si no lo haceis vosotros, nos toca hacerlo a nosotras, también.

Porque no pedimos tanto, de verdad.. Solo queremos un poco de “ayuda”, co-responsabilidad, no tener que comernos nosotras todo el marrón de una casa… También nos gusta llegar y tirarnos en el sofá, ¡Por supuesto! Pero es que si dejamos la casa en vuestras manos, si cogemos vuestro ritmo, llegaría el día en el que sanidad vendría a desalojarnos.

Y los que vivís solos pensareis: si claro, si yo me lo hago todo, y tengo mi casita tan arreglada, y es cierto, pero por eso, por que estáis solos y no tenéis más remedio que hacerlo. Pero una vez que se os abre la posibilidad de pasarle el marrón a otra, ni lo dudáis: para que lo voy yo a pasar la aspiradora, si fijo que ella en cuanto llegue la pasa, la cama que la haga ella, que se ha levantado después, ¿la fregona?? ¡¡Eso tiene que ser cosa del diaabloo!!

Y os dejáis, un montóon. Y no sois conscientes… Engordáis, igual que podemos engordar nosotras, dejais de cuidaros en esos pequeños detalles que nosotras sabemos apreciar. Los fines de semana sin plan sois capaces de pasároslo tirados en el sofá, con una mano en el mando y otra en consabida parte… ahí. Sin pasar por la ducha, sin pisar la calle, sin levantar la mirada, Ahí, con las manos ocupadas y un ahoraaa voy en la boca. Ahí, tan descansaditos…. Mientras nosotras nos matamos por vivir de forma salubre. Y luego claro… queremos fiesta y nos queréis con buena cara y a vuestra disposición.

En fin… os quejáis muchas veces de que nos volvemos “madres” cuando iniciamos convivencia con vosotros, pero es que no os dais cuenta de que vosotros os volvéis “hijos”, a los que hay que decirles las cosas. No tenéis esa visión del para bien y para mal que supone convivir.

Y nosotras no cambiamos… simplemente, nos quemamos.

PS. Cariño, no te preocupes, que YOOO cuelgo el cuadro!!
(un mes después)… es que me falta una broca especial por que esta pared tieeene…
(tres meses después)… si ya tengo la broca! Pero es que este taco es muy malo. Y no va, no va.
(seis meses después)… Tu piensa cielo, vete pensando dónde quieres que lo ponga.

(Dos años después) Oye cariño, aquí quedaría de puta madre un cuadro.

Y al que me diga que esto no es así, ¡le quito el mando!



3 comentarios:

  1. Jajajaja ¡qué razón tienes! pero se te han olvidado un montón de cosas que no merecen la pena ni nombrar... aunque ¿sabes que te digo? ... que no cambiaría ni por un segundo mi posición de mujer porque a pesar de ELLOS, nos lo sabemos pasar mil veces mejor que ellos. Saludos a todas las chicas...!! que ellos ya tienen no sé cuantos partiditos de esos que les encantan y que lo único que tienen de bueno es ver a una veintena de chavales jóvenes y bien formados detrás de una pelotita... ¡En fin, son así!

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  2. No estoy de acuerdo con algunas de las afirmaciones que se dicen. Los hombres sí que son más "pasotas" que nosotras en cuánto a las tareas de la casa, pero de ahí a decir que perdemos un amigo, etc.., pues me parece un poco exagerado. Además no es cuestión de que nos ayuden, si no de compartir, y es responsabilidad de ellos y nuestra las tareas de la casa (limpiar, comprar, cocinar...) Y si es ese el problema es tan fácil como dejar de hacer lo que no nos gusta y sentarnos a disfrutar con ellos y ver que pasa, jajaja. Y en lo de valor seguro y la necesidad de piropos, detalles..., se podría aplicar a los dos, ya que todos necesitamos de esas bonitas palabras para disfrutar más del día a día. Y como decía no se quién "para que todo siga igual, es necesario que hayan cambios", así que nos aplicaremos el "cuento" y veremos que pasa.

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